
Para un tipo como yo, decirle no a una hamburguesa es simplemente imposible. Y es más difícil aún cuando la hamburguesa en cuestión trae consigo cierto reconocimiento y buenas referencias por montones, como es justamente la que se sirve en La Burguesía.
Partamos por lo que me gustó: se nota mucho que hay trabajo detrás de la elaboración de las hamburguesas y que buscan diferenciarse con variedades bien jugadas. Como era mi primera visita a este lugar, dejé de lado la innovación y opté por una clásica bacon cheeseburger que estaba muy rica, con un tocino crocante y sabroso y un cheddar de muy buena calidad, pero que, a mi juicio, le faltaba cariño.
La verdad es que la encontré un poco pequeña en comparación con las de mis amigos, pues las de ellos venían con ingredientes más variados y se notaba mayor dedicación y cariño en el montaje. Pero, de todas formas, estaba muy bien. Me gusta mucho encontrarme con alternativas a las smash burgers, de moda por estos días y que abundan en todo tipo de boliches.
Lo que no me gustó es que podrían aprovechar mejor el hecho de no prepararlas en formato smash para ofrecer una hamburguesa de mayor gramaje, como las que ofrecen, por ejemplo, en Mr. Jack y que siguen siendo un referente. Mi idea era encontrarme con algo así, mas no ocurrió: la carne podría ser más grande.
No obstante, es un gran lugar para ir con amigos a comer y beber rico. Los entrantes, como las papas con queso azul y tocino están de lujo para comenzar una noche de goce y abundancia en compañía de una de las muchas cervezas artesanales -en schop y botellín- que tienen en la carta.
El servicio es bastante bueno aunque, como cierra temprano (22:30), es más bien un lugar para preparar el cuerpo a modo de previa ante una inminente jornada de fiesta, más extensa y espirituosa.
En resumen, es un gran lugar para compartir y pasar un rato agradable con amigos en compañía de buena comida y cerveza, mas no para ”carretear”. Para salidas cuando se busca algo tranqui, relajado y despejar la mente, está ideal.
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