
Hace algún tiempo me defino como un amante del crudo: un crudópata. Compartirlo con amigos y una buena cerveza artesanal, pocas veces resulta en una experiencia que no me llene de goce. Y aunque se puede prepara fácilmente en casa, en distintos estilos y con muy buenos resultados, la verdad es que siempre es mejor probar la mano y selección de ingredientes de quienes se dedican a satisfacer no sólo los antojos sino también el gusto y, por qué no, el alma.
Hoy les presento una humilde selección personal de crudos que, aunque distintos entre sí -pues representan variados estilos- se ofrecen con éxito en algunos restaurantes capitalinos que, desde hace tiempo, gozan de muy buena salud. Los hay tradicionales y otros más jugados, pero si te gusta el crudo, estoy seguro que disfrutarás de cualquiera de ellos.
El tradicional crudo del Lomits
Partamos por uno de los más famosos. El del Lomits asoma como uno de los grandes favoritos pues por años sus comensales vienen destacando sus atractivos. Hablamos de un crudo más bien tradicional, pero sabroso y presentado en forma clásica por los secos del emblemático local de Av. Providencia 1980.
Marlon
Este restaurant ubicado en Andrés Bello 2233, Providencia, nos presenta un verdadero manjar. Al contrario de los crudos más tradicionales que, dicen, deben asemejarse a una pasta; en Marlón lo preparan con una carne picada muy bien condimentada y lo acompañan con papas hilo, rebanadas de un exquisito pan rústico y una maravillosa salsa de yogur. Un lujito. La porción, eso sí, es reducida. Está para comerse dos.
José Ramón
Otro crudo digno de mencionar es el que sirven en José Ramón, clásica sanguchería y cervecería del barrio Lastarria ubicada en el pasaje del mismo nombre. Viene con los ingredientes separados, de modo que cada comensal lo arme a su pinta. Y lo coronan con un delicioso ají encurtido que en este tipo de preparaciones, siempre viene bien. Incluye una salsa de yogur y mostaza antigua, además de varias tiras de pan tostado.
Fuente Chilena
Como buena fuente de soda chilena, este lugar no podía no ofrecer un crudo. Lo tradicional de sus preparaciones también se plasma en el crudo, que se presenta generoso, abundante, acompañado sólo de salsa verde y limón. Nada más. Mis únicos reparos tienen que ver con el pan: se nota que no está tostado en el momento y viene poquito, por lo que siempre es necesario pedir más. Es importante mencionar que la porción es tal que fácilmente puede ser compartido por dos comensales. Incluso, se puede pedir dividido.
ElKika
Conocido principalmente por sus sándwiches y gloriosos completos de rebosante mayonesa, no hay que olvidar que este lugar se define como un restaurant de estilo alemán, por lo que el crudo no podía faltar en su carta. Y qué bueno que está presente, porque -aunque sencillo en su presentación- resulta un plato impecable, sabroso y muy bien condimentado. Se puede pedir armadito o con los ingredientes separados. Pero, de cualquier forma, es una gran elección. La cerveza es indispensable.