
Como buen amante de la pizza, disfruto de las diversas formas en que se prepara y presenta. Para mí, la pizza argentina es una de las mejores y debe ser porque a lo largo de toda mi vida he disfrutado de preparaciones de masa gruesa y con abundante queso. Justamente lo que tienen allende Los Andes.
En el marco de una salida exprés a Córdoba, llegué a “Don Luis”, la que -según la historia local- es la primera pizzería de la ciudad y, por ende, la más famosa. No cabe duda que el recinto es popular: tan solo al llegar, los comentarios quedan en evidencia pues el local estaba repleto. Por suerte, pudimos tomar una mesa que justo se desocupó al costado del ingreso. Pero fue sólo una jugada del destino, que no quería que nos perdiéramos semejanete delicia (no apta para cardíacos, por cierto).
Hablamos de una pizza de masa gruesa y crujiente, con una importante cantidad de mozzarella, jamón, aceitunas, morrón y sal… mucha sal. Esto último representa un enorme incentivo para acompañarla con una cerveza bien fría. Como dije, es una pizza no apta para cardíacos porque además de ser bien saladita, la mozzarella suelta todo su aceite que brinda aún más sabor a esa gloriosa preparación.
Si las cosas de la vida lo llevan a Córdoba, además de intentar conocer a una bella cordobesa -que las hay por montones- no dude en pasar por “Don Luis”. Sus pizzas son de esas que no se olvidan fácilmente. Es de esos lugares que dada su relevancia histórica, patrimonial y social, están en el adn de quienes viven ahí.