
Comer bueno y barato es cada vez más difícil en Santiago. Una de las alternativas para esto son las clásicas fuentes de soda, que amo con todo el corazón. Me encantan. Pero hay una en particular que me sorprendió por su calidad y excelentes precios: Fuente Baquedano.
Ubicada en Ramón Carnicer, frente a la Plaza Italia, este lugar se presenta como un amigo fiel dispuesto a darte de comer aunque estés en la inopia. No sólo ofrece sándwiches, buenos sándwiches, sino también una gran cantidad de platos y a precios muy módicos. Es más, hay un apartado de “platos económicos”, que no sobrepasan los $2000.
Pero además, tiene esa mística de restaurant cercano, que le pertenece al pueblo, que te acoge y brinda el espacio para compartir con amigos, familia o conocidos, en un ambiente libre prejuicios. Un ambiente simple, donde el schop y el completo italiano es casi una ley.
Y como está en un lugar con historia, en un edificio antiguo, eso se siente más. Las mismas sillas y mesas de antaño. Todo es simple, perfecto. No se busca ostentar.
La comida es buena y el servicio, rápido. Apenas te sientas, un experimentado garzón te ofrece la carta, que está plagada de platos clásicos y a buenos precios. Me comí una escalopa “Baquedano” (con jamón y queso), con papas fritas ($3700). No dice en la carta, pero incluye un maravilloso huevo frito encima de la carne. Estoy casi seguro que las papas fritas son caseras. Espero que no sucumban a las pre fritas.
El plato llegó entre 8-10 minutos, bastante bien. Si no le apetece lo mismo que a mí en esta oportunidad, puede probar una chuleta de cerdo con agregado ($2200), con dos chuletas ($3600), churrasco al plato con agregado ($2500), mechada con agregado ($3100 aprox.) o un buen filete con agregado ($4900 aprox.).
De esta forma, se convierte en un atractivo establecimiento para todos quienes trabajamos en sus cercanías, ya sea por Providencia o Santiago Centro.
Como último tip: tienen condimentos “Polo”, que están dentro de mis favoritos. Eso es un plus, al menos para mí.