
Los amigos de “Doña Carne” difundieron algunas recomendaciones para conservar la carne durante viajes y evitar que nos enfermemos por la descomposición o perdamos el asadito que con tanto amor preparamos.

Los consejos fueron entregados por el gerente comercial de Doña Carne, Jorge Escobar.
Nunca cortar la cadena de frío. De alterar esta indicación, se altera la calidad de los alimentos y existe un mayor riesgo de intoxicaciones o toxiinfecciones producidas por el consumo de alimentos en mal estado.
Evitar altas temperaturas. En la mayoría de los productos refrigerados, las cámaras no deben superar los 7°C u 8°C. En el caso de carnes, productos que llevan nata y/o huevo, la temperatura a la que encuentran no debe ser superior a los 3°C. Comprobar la temperatura a la que se encuentran los refrigeradores es fundamental para tener la certeza de que se ha mantenido la cadena de frío y que el alimento reúne todas las garantías de inocuidad y calidad.
Evitar las carnes rosadas y con poca grasa, pues son trozos que no se han ablandado por completo y no tienen mucho sabor. La carne ideal debe ser de color rojo intenso, de consistencia pegajosa, seca, brillante y con grasa cremosa, nunca amarilla o gris.
El oxígeno también es un factor a considerar. La carne tiene que quedar bien envuelta, de lo contrario, se quema con el frío y además, al estar en contacto con el oxígeno, su proceso de descomposición se acelera. Por lo mismo, se aconseja envolver la carne con un film transparente o papel de aluminio e introducirla en un recipiente hermético.
La carne en el refrigerador o cooler se conserva de 1 a 2 días y fuera de éste no más de 2 horas. No refrigerada, se echa a perder rápidamente y es lugar de cultivo de bacterias patógenas. Es importante considerar que la carne congelada debe cocinarse dentro de las 12 horas desde su descongelamiento