
El restaurante Lima limón es parte de la gran oferta de comida peruana que hay en el centro de Santiago, y como era de esperar, sus sabores no me defraudaron.
Almorcé un plato llamado “Mar y Tierra” que consistió en un exquisito filete de lomo bañado en salsa de mariscos (camarones, calamares, ostiones y algo más que no reconocí) y acompañado con arroz blanco.
La verdad es que estuvo de miedo, pero hay algo que personalmente no me convence. La carne con mariscos no pega. Al menos para mí. Para la próxima optaría por un pescado en vez de carne roja. Pero aclaro, cada cosa estaba maravillosa.
Para beber, una refrescante limonada con menta y de postre un Tres Leches rico, pero no es el mejor que he probado.
Así como la comida peruana ha incrementado su fama, también suben sus precios. La limonada cuesta $3.000, el plato de fondo $7.800 y el postre $3.900.
En resumidas cuentas, buena y rápida opción para almorzar en el centro, aunque no es una elección barata. Punto aparte una actitud del mozo que no me gustó: llegó y cobró el 10% de la propina sin consultarme previamente si estaba de acuerdo. Ahí se me cayó la atención.