
La cultura del café ha tomado fuerza estos últimos años en nuestro país, especialmente en Santiago. Barrios como Lastarria, Bellas Artes, Italia, han sido testigos de la instalación de locales que han perfeccionado su servicio y sus cafés son preparados por verdaderos baristas.
En ese sentido, el Café Mosqueto (Mosqueto 440) se ha transformado en un lugar fantástico para una tarde con la pareja o solo. Silencioso, limpio, ordenado y una cordial atención, lo ubican entre mis preferidos a la hora de querer un buen café con un detalle dulce.
Y no sólo destaco su preparación de espressos o cortados. Su pastelería es de primer nivel y donde el cheesecake que ofrecen es sublime. La última vez pedí un cortado y un cheesecake de frambuesa ($3.200 promoción) y fue una maravilla. Rico en sabor y textura. Se nota el cariño que le impregnan a sus productos.
Sólo dos aspectos medianamente negativos tengo para este lugar: baños extremadamente chicos y una carta pobre para salados. El resto, perfecto.
El cheesecake de ese café es maravilloso! El toque especial es la base de brownie de chocolate, que resulta una mezcla perfecta al mezclarlo con las frambuesas.